martes, 4 de octubre de 2022

Desbaratándonos la vida.

 Desbaratándonos la vida.

Y tú deshaciéndome las sábanas,

y yo deshilando tus silencios,  

y tú reescribiendo mis domingos,

y yo tatuándote mis besos,

Y tú deshojando el calendario,

y yo amarrándote con versos...

jueves, 7 de abril de 2022

Se fueron las palabras.

Se han ido tus palabras.

Sí, las has perdido.

Se cansaron de mirarte

dar vueltas en círculo.

Te han dejado en silencio,

con la frente resignada

y el reloj perdiendo arena

por los huecos de tus dedos.


Se fueron, aburridas de ti,

drenando discursos y letras,

vaciándote de ti mismo,

dejando en lo que queda 

un lugar normalizado,

con su ruido de turbina,

con su traje de rutina,

con su piedra y con su asfalto.


¿Y qué vas a hacer, escritor,

sin tus palabras, domesticado,

con la garganta adormecida

y tus dedos desarmados?


CMA.

martes, 1 de febrero de 2022

Sueño de una mañana.

 Cuando abrí los ojos

sabía que era un sueño

porque te vi de espaldas

en el otro lado de la cama.

¡Y todo parecía tan real!

No hacía frío,

nos acariciaba la mañana,

y yo me sentía bien.

Muy bien.

 

Pero sabía que era un sueño

porque tú estabas allí,

verdadera,

recostada a mi lado,

con tu espalda desnuda

y la piel llena de la mañana.

¡Y cómo resbalaba mi mirada

desde tu cuello hasta tu cintura!

Estabas tan bonita,

tan sutil,

tan desnuda,

tan real,

que no quise tocarte

para no hacerte arrugas

ni con mi propia sombra...

 

Te volviste hacia mí.

Y yo sabía que era un sueño,

porque nos mirábamos muy cerca…

Pero qué manera de querernos,

tan cierta,

tan clara,

tan nuestra,

tan poco extraña.